6
Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas.
7
No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; acuérdate de mí conforme a tu misericordia, por tu bondad, oh SEÑOR.
8
Bueno y recto es el SEÑOR; por tanto, El muestra a los pecadores el camino.
9
Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino.
10
Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad para aquellos que guardan su pacto y sus testimonios.
11
Oh SEÑOR, por amor de tu nombre, perdona mi iniquidad, porque es grande.
12
¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? El le instruirá en el camino que debe escoger.
13
En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra.
14
Los secretos del SEÑOR son para los que le temen, y El les dará a conocer su pacto.
15
De continuo están mis ojos hacia el SEÑOR, porque El sacará mis pies de la red.
16
Vuélvete a mí y tenme piedad, porque estoy solitario y afligido.