6
Ahora bien, ¿acaso Dios no cumplió su promesa a Israel? ¡No, porque no todos los que nacen en la nación de Israel son en verdad miembros del pueblo de Dios!
7
Ser descendientes de Abraham no los hace verdaderos hijos de Abraham, pues las Escrituras dicen: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes»
, aunque Abraham también tuvo otros hijos.
8
Eso significa que no todos los descendientes naturales de Abraham son necesariamente hijos de Dios. Solo los hijos de la promesa son considerados hijos de Abraham;
9
pues Dios había prometido: «Volveré dentro de un año, y Sara tendrá un hijo»
.
10
Ese hijo fue nuestro antepasado Isaac. Cuando se casó con Rebeca, ella dio a luz mellizos.
11
Sin embargo, antes de que nacieran, antes de que pudieran hacer algo bueno o malo, ella recibió un mensaje de Dios. (Este mensaje demuestra que Dios elige a la gente según sus propósitos;
12
él llama a las personas, pero no según las buenas o malas acciones que hayan hecho). Se le dijo: «Tu hijo mayor servirá a tu hijo menor»
.
13
Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob, pero rechacé a Esaú»
.
14
¿Estamos diciendo, entonces, que Dios fue injusto? ¡Por supuesto que no!
15
Pues Dios le dijo a Moisés:
«Tendré misericordia de quien yo quiera
y mostraré compasión con quien yo quiera»
.
16
Por lo tanto, es Dios quien decide tener misericordia. No depende de nuestro deseo ni de nuestro esfuerzo.