2
Sí, ustedes cavaron un gran pozo para atraparlos en la arboleda de Acacias.
Pero yo ajustaré cuentas con ustedes por lo que hicieron.
3
Yo sé cómo eres, oh Efraín.
No puedes esconderte de mí, oh Israel.
Me abandonaste como una prostituta deja a su esposo;
estás totalmente contaminada.
4
Tus acciones no te permiten volver a tu Dios.
Eres prostituta hasta la médula
y no conoces al Señor
.
5
»La arrogancia de Israel testifica en su propia contra;
Israel y Efraín tropezarán bajo el peso de su culpa.
Judá también caerá con ellas.
6
Cuando vengan con sus manadas y rebaños
para ofrecer sacrificios al Señor
,
no lo encontrarán,
porque él se ha apartado de ellos.
7
Traicionaron el honor del Señor
,
engendrando hijos que no son de él.
Ahora su falsa religión los devorará
junto con sus riquezas.
8
»¡Toquen alarma en Guibeá!
¡Hagan sonar la trompeta en Ramá!
¡Den el grito de guerra en Bet-avén!
¡Entren en batalla, oh guerreros de Benjamín!
9
Una cosa es segura, Israel:
en el día de tu castigo,
te convertirás en un montón de escombros.
10
»Los líderes de Judá han llegado a ser como ladrones,
por lo tanto, derramaré mi enojo sobre ellos como una cascada.
11
El pueblo de Israel será aplastado y demolido por mi juicio,
porque están decididos a rendir culto a ídolos.
12
Destruiré a Israel como la polilla consume la lana.
Dejaré a Judá tan débil como madera podrida.
13
»Cuando Israel y Judá vieron lo enfermos que estaban,
Israel acudió a Asiria
y a su gran rey,
pero este no pudo ayudarlos ni curarlos.
14
Seré como un león a Israel,
como un león joven y fuerte a Judá.
¡Los despedazaré!
Me los llevaré
y no quedará nadie para rescatarlos.
15
Entonces regresaré a mi lugar,
hasta que reconozcan su culpa y se vuelvan a mí.
Pues tan pronto lleguen las dificultades,
me buscarán de todo corazón».