14
(Lector, ¡presta atención!).
15
La persona que esté en la azotea no baje a la casa para empacar.
16
El que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo.
17
¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan!
18
Y oren para que la huída no sea en invierno.
19
Pues habrá más angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó al mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande.
20
De hecho, a menos que el Señor acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero por el bien de los elegidos, él ha acortado esos días.
21
»Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean.
22
Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.
23
¡Tengan cuidado! ¡Les he advertido esto de antemano!
24
»En ese tiempo, después de la angustia de esos días,
el sol se oscurecerá,
la luna no dará luz,