14
Cuando Jesús vio lo que sucedía, se enojó con sus discípulos y les dijo:
15
Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios como un niño nunca entrará en él».
16
Entonces tomó a los niños en sus brazos y después de poner sus manos sobre la cabeza de ellos, los bendijo.
17
El hombre rico
Cuando Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le acercó corriendo, se arrodilló y le preguntó:
—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
18
—preguntó Jesús—.
19
pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: «No asesines; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; no estafes a nadie; honra a tu padre y a tu madre»
.
20
—Maestro —respondió el hombre—, he obedecido todos esos mandamientos desde que era joven.
21
Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él.
—le dijo—.
22
Al oír esto, el hombre puso cara larga y se fue triste porque tenía muchas posesiones.
23
Jesús miró a su alrededor y dijo a sus discípulos:
24
Los discípulos quedaron asombrados de sus palabras. Pero Jesús volvió a decir: