12
No me he apartado de sus mandatos,
sino que he atesorado sus palabras más que la comida diaria.
13
Pero una vez que él haya tomado su decisión, ¿quién podrá hacerlo cambiar de parecer?
Lo que quiere hacer, lo hace.
14
Por lo tanto, él hará conmigo lo que tiene pensado;
él controla mi destino.
15
Con razón estoy tan aterrado ante su presencia;
cuando lo pienso, el terror se apodera de mí.
16
Dios me ha enfermado el corazón;
el Todopoderoso me ha aterrado.
17
No me han destruido las tinieblas que me rodean;
ni la densa e impenetrable oscuridad que está por todas partes.