21
»Sométete a Dios y tendrás paz,
entonces te irá bien.
22
Escucha las instrucciones de Dios
y guárdalas en tu corazón.
23
Si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado,
por lo tanto, limpia tu vida.
24
Si renuncias a tu codicia del dinero
y arrojas tu precioso oro al río,
25
el Todopoderoso será tu tesoro.
¡Él será tu plata preciosa!».
26
»Entonces te deleitarás en el Todopoderoso
y levantarás tu mirada a Dios.
27
Orarás a él, y te escuchará,
y cumplirás los votos que le hiciste.
28
Prosperarás en todo lo que decidas hacer
y la luz brillará delante de ti en el camino.
29
Si la gente tiene problemas y tú dices: “Ayúdalos”,
Dios los salvará.
30
Hasta los pecadores serán rescatados;
serán rescatados porque tienes las manos puras».