2 Fíjate en los santuarios que hay en cada cumbre.
¿Hay algún lugar que no haya sido profanado
por tu adulterio con otros dioses?
Te sientas junto al camino como una prostituta en espera de un cliente.
Te sientas sola, como un nómada en el desierto.
Contaminaste la tierra con tu prostitución
y tu perversidad.
3 Por eso incluso han faltado las lluvias de primavera.
Pues eres una prostituta descarada y totalmente desvergonzada.
4 Aun así me dices:
“Padre, tú has sido mi guía desde mi juventud.
5 ¡Seguro que no estarás enojado para siempre!
¡Sin duda puedes olvidar lo que he hecho!”.
Hablas de esta manera,
pero sigues haciendo todo el mal posible».
6 Judá sigue el ejemplo de Israel
Durante el reinado de Josías, el Señor
me dijo: «¿Te has dado cuenta de lo que ha hecho la caprichosa Israel? Como una esposa que comete adulterio, Israel ha rendido culto a otros dioses en cada colina y debajo de todo árbol frondoso.
7 Yo pensaba: “Después de haber hecho todo esto regresará a mí”; pero no lo hizo, y su desleal hermana Judá lo observó.
8 Vio que me divorcié de la infiel Israel debido a su adulterio; pero Judá, esa hermana traicionera, no tuvo temor, y ahora ella también me ha dejado y se ha entregado a la prostitución.
9 Israel no lo tomó en serio y no le parece nada fuera de lo común cometer adulterio al rendir culto a ídolos hechos de madera y de piedra. Así que ahora la tierra se ha corrompido.
10 Sin embargo, a pesar de esto, su infiel hermana Judá nunca ha vuelto a mí de corazón, solo fingió estar apenada. ¡Yo, el Señor
, he hablado!».
11 Esperanza para la rebelde Israel
Luego el Señor
me dijo: «¡Hasta la infiel Israel es menos culpable que la traidora Judá!
12 Por lo tanto, ve y dale este mensaje a Israel.
Esto dice el Señor
:
»“Oh Israel, mi pueblo infiel,
regresa otra vez a mí,
porque yo soy misericordioso.
No estaré enojado contigo para siempre.
13 Solo reconoce tu culpa;
admite que te has rebelado contra el Señor
tu Dios
y que cometiste adulterio contra él
al rendir culto a ídolos debajo de todo árbol frondoso.
Confiesa que rehusaste oír mi voz.
¡Yo, el Señor
, he hablado!
14 »”Regresen a casa, ustedes, hijos descarriados
—dice el Señor
—,
porque yo soy su amo.
Los traeré de regreso a la tierra de Israel,
uno de esta ciudad y dos de aquella familia,
de todo lugar donde estén esparcidos.
15 Y les daré pastores conforme a mi propio corazón,
que los guiarán con conocimiento y entendimiento.
16 »”Cuando una vez más la tierra se llene de gente —dice el Señor
—, ya no desearán más ‘los viejos tiempos’ cuando poseían el arca del pacto del Señor
. No extrañarán aquellos días, ni siquiera los recordarán y no habrá necesidad de reconstruir el arca.
17 En aquel día, Jerusalén será conocida como ‘el Trono del Señor
’. Todas las naciones acudirán a Jerusalén para honrar al Señor
. Ya no seguirán tercamente sus propios malos deseos.
18 En aquellos días la gente de Judá y la gente de Israel volverán juntas del destierro del norte. Regresarán a la tierra que les di a sus antepasados como herencia perpetua.
19 »”Me dije a mí mismo:
‘¡Cómo quisiera tratarlos como a mis propios hijos!’.
Solo quería darles esta hermosa tierra,
la posesión más maravillosa del mundo.
Esperaba con anhelo que me llamaran ‘Padre’,
y quise que nunca se alejaran de mí.
20 Sin embargo, me fuiste infiel, ¡pueblo de Israel!
Has sido como una esposa infiel que deja a su marido.
Yo, el Señor
, he hablado”».
21 Se escuchan voces en las alturas de las montañas desoladas,
el llanto y las súplicas del pueblo de Israel.
Pues han escogido caminos torcidos
y se han olvidado del Señor
su Dios.
22 «Vuelvan a mí, hijos descarriados —dice el Señor
—,
y les sanaré el corazón extraviado».
«Sí, ya vamos —responde el pueblo—,
porque tú eres el Señor
nuestro Dios.
23 Nuestro culto a ídolos en las colinas
y nuestras orgías religiosas en las montañas
son una falsa ilusión.
Solo en el Señor
nuestro Dios
encontrará Israel salvación.
24 Desde la niñez hemos visto
cómo todo aquello por lo que trabajaron nuestros antepasados
—sus ganados y rebaños, sus hijos e hijas—
se despilfarraba en una falsa ilusión.
25 Echémonos al suelo llenos de vergüenza
y cubiertos de deshonra,
porque tanto nosotros como nuestros antepasados hemos pecado
contra el Señor
nuestro Dios.
Desde la niñez hasta el día de hoy
nunca lo hemos obedecido».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Jeremías 3:2 Alza tus ojos a las alturas desoladas y mira: ¿dónde no te has prostituido? Junto a los caminos te sentabas para ellos como el árabe en el desierto, y has profanado la tierra con tu prostitución y tu maldad.

English Standard Version ESV

Jeremiah 3:2 Lift up your eyes to 1the bare heights, and see! Where have you not been ravished? 2By the waysides you have sat awaiting lovers like an Arab in the wilderness. 3You have polluted the land with your vile whoredom.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jeremías 3:2 Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra

King James Version KJV

Jeremiah 3:2 Lift up thine eyes unto the high places, and see where thou hast not been lien with. In the ways hast thou sat for them, as the Arabian in the wilderness; and thou hast polluted the land with thy whoredoms and with thy wickedness.

New King James Version NKJV

Jeremiah 3:2 "Lift up your eyes to the desolate heights and see: Where have you not lain with men? By the road you have sat for them Like an Arabian in the wilderness; And you have polluted the land With your harlotries and your wickedness.

Nueva Versión Internacional NVI

Jeremías 3:2 »Fíjate bien en esas lomas estériles:¡Dónde no se han acostado contigo!Como un beduino en el desierto,te sentabas junto al camino,a la espera de tus amantes.Has contaminado la tierracon tus infames prostituciones.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jeremías 3:2 Alza tus ojos á los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado: para ellos te sentabas en los caminos, como Arabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jeremías 3:2 Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.

Herramientas de Estudio para Jeremías 3:2-25