1
Mensaje acerca de Samaria
¡Qué aflicción le espera a la orgullosa ciudad de Samaria,
la corona gloriosa de los borrachos de Israel!
Está asentada a la cabeza de un valle fértil,
pero su belleza gloriosa se marchitará como una flor.
Es el orgullo de un pueblo
que el vino derribó.
2
Pues el Señor enviará un poderoso ejército en su contra;
como un potente granizo y una lluvia torrencial,
se lanzarán sobre ella como las aguas embravecidas de una inundación
y la aplastarán contra el suelo.
3
La orgullosa ciudad de Samaria,
la corona gloriosa de los borrachos de Israel,
será pisoteada bajo los pies de sus enemigos.
4
Está asentada a la cabeza de un valle fértil,
pero su belleza gloriosa se marchitará como una flor.
Cualquiera que la vea la arrancará,
como a higo que brota temprano y pronto se arranca y se come.
5
Entonces por fin el Señor
de los Ejércitos Celestiales
será la corona gloriosa de Israel;
será el orgullo y la alegría
del remanente de su pueblo.
6
Él dará a sus jueces
anhelo de justicia
y gran valentía
a sus guerreros que vigilan las puertas.
7
Sin embargo, ahora Israel es dirigido por borrachos
que dan tumbos por el vino y se tambalean a causa del alcohol.
Los sacerdotes y los profetas se tambalean a causa del alcohol,
y se pierden por el vino.
Dan tumbos cuando tienen visiones
y se tambalean cuando emiten sus decisiones.
8
Sus mesas están cubiertas de vómito;
hay inmundicia por todas partes.
9
«¿Quién se cree el Señor
que somos? —preguntan—,
¿por qué nos habla así?
¿Acaso somos niños pequeños,
recién destetados?
10
¡Una y otra vez nos repite todo,
línea por línea,
renglón por renglón,
un poco aquí
y un poco allá!».
11
Así que, ahora, ¡Dios tendrá que hablar a su pueblo
por medio de opresores extranjeros que hablan una lengua extraña!