12
Pues el Señor
de los Ejércitos Celestiales
tiene asignado un día de juicio.
Él castigará al orgulloso y al poderoso
y derribará todo lo que esté enaltecido.
13
Cortará los altos cedros del Líbano
y todos los poderosos robles de Basán.
14
Aplanará las altas montañas
y todas las colinas elevadas.
15
Derribará cada torre alta
y cada muro fortificado.
16
Destruirá todos los grandes barcos mercantes
y todas las naves magníficas.
17
El orgullo humano será humillado,
y la arrogancia humana será rebajada.
Solo el Señor
será enaltecido
en aquel día de juicio.
18
Los ídolos desaparecerán por completo.
19
Cuando el Señor
se levante para sacudir la tierra,
sus enemigos se escabullirán en hoyos en el suelo.
En cuevas en las rocas se esconderán
del terror del Señor
y de la gloria de su majestad.
20
En aquel día de juicio abandonarán los ídolos de oro y de plata
que se hicieron para rendirles culto.
Abandonarán sus dioses y los dejarán a los roedores y a los murciélagos,
21
mientras ellos se escabullen en cuevas
y se esconden en los acantilados entre los peñascos.
Tratarán de escapar del terror del Señor
y de la gloria de su majestad,
cuando él se levante para sacudir la tierra.
22
No pongan su confianza en los simples humanos;
son tan frágiles como el aliento.
¿Qué valor tienen?