1
Tengan la actitud de Cristo
¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo?
2
Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.
3
No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes.
4
No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.
5
Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.
6
Aunque era Dios,
no consideró que el ser igual a Dios
fuera algo a lo cual aferrarse.
7
En cambio, renunció a sus privilegios divinos;
adoptó la humilde posición de un esclavo
y nació como un ser humano.
Cuando apareció en forma de hombre,
8
se humilló a sí mismo en obediencia a Dios
y murió en una cruz como morían los criminales.
9
Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor
y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres
10
para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla
en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra,
11
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor
para la gloria de Dios Padre.
12
Brillen intensamente por Cristo
Queridos amigos, siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes; y ahora que estoy lejos, es aún más importante que lo hagan. Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor.
13
Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.
14
Hagan todo sin quejarse y sin discutir,