4
Te pondré garfios en las mandíbulas
y te arrastraré hasta tierra firme
con peces pegados a tus escamas.
5
Te dejaré a ti y a tus peces
abandonados en el desierto para que mueran.
Quedarás sin sepultura tirado en campo abierto,
pues te daré como comida a los animales salvajes y a las aves.
6
Todos los habitantes de Egipto sabrán que yo soy el Señor
,
pues para Israel no fuiste más que una vara de juncos.
7
Cuando Israel se apoyó en ti,
te astillaste y te rompiste
y te clavaste en su axila.
Cuando Israel dejó caer su peso sobre ti, te quebraste
y se dislocó la espalda.
8
»”Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano: oh Egipto, enviaré un ejército contra ti y destruiré tanto a la gente como a los animales.
9
La tierra de Egipto se convertirá en una desolada tierra baldía y los egipcios sabrán que yo soy el Señor
.
»”Debido a que dijiste: ‘El Nilo es mío; yo lo hice’,
10
ahora soy enemigo tuyo y de tu río. Haré de Egipto una tierra totalmente desolada y baldía, desde Migdol hasta Asuán, y tan al sur como la frontera con Etiopía.
11
Durante cuarenta años nadie pasará por allí, ni personas ni animales. Quedará totalmente despoblada.
12
Haré de Egipto un lugar desolado, rodeado por otras naciones desoladas. Sus ciudades quedarán vacías y desoladas durante cuarenta años, rodeadas por otras ciudades en ruinas. Esparciré a los egipcios por tierras lejanas.
13
»”Esto también dice el Señor
Soberano: pasados los cuarenta años traeré a los egipcios nuevamente a su patria de entre las naciones donde fueron esparcidos.
14
Restauraré la prosperidad de Egipto y haré volver a sus habitantes a la tierra de Patros, en el sur de Egipto, de donde provenían. Sin embargo, Egipto seguirá siendo un reino menor y sin importancia.