15
En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.
16
Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
17
Vivir como hijos de luz
Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios,
porque ellos están irremediablemente confundidos.
18
Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él.
19
Han perdido la vergüenza. Viven para los placeres sensuales y practican con gusto toda clase de impureza.
20
Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo.
21
Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él,
22
desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño.
23
En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes.
24
Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.
25
Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo.