3 Después de pensarlo bien, decidí alegrarme con vino. Y mientras seguía buscando sabiduría, me aferré a la insensatez. Así traté de experimentar la única felicidad que la mayoría de la gente encuentra en su corto paso por este mundo.
4 También traté de encontrar sentido a la vida edificándome enormes mansiones y plantando hermosos viñedos.
5 Hice jardines y parques, y los llené con toda clase de árboles frutales.
6 Construí represas para juntar agua con la cual regar todos mis huertos florecientes.
7 Compré esclavos y esclavas, y otros nacieron en mi propiedad. También tuve enormes manadas y rebaños, más que cualquiera de los reyes que vivieron en Jerusalén antes que yo.
8 Junté grandes cantidades de plata y de oro, el tesoro de muchos reyes y provincias. Contraté cantores estupendos, tanto hombres como mujeres, y tuve muchas concubinas hermosas. ¡Tuve todo lo que un hombre puede desear!
9 De modo que me hice más poderoso que todos los que vivieron en Jerusalén antes que yo, y mi sabiduría nunca me falló.
10 Todo lo que quise lo hice mío; no me negué ningún placer. Hasta descubrí que me daba gran satisfacción trabajar mucho, la recompensa de toda mi labor;
11 pero al observar todo lo que había logrado con tanto esfuerzo, vi que nada tenía sentido, era como perseguir el viento. No había absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte.
12 El sabio y el necio
Entonces decidí comparar la sabiduría con la locura y la insensatez (porque, ¿quién puede hacer eso mejor que yo, que soy el rey?
).
13 Pensé: «La sabiduría es mejor que la insensatez, así como la luz es mejor que la oscuridad.
14 Pues el sabio puede ver hacia dónde va, pero el necio camina a oscuras». Sin embargo, me di cuenta de que el sabio y el necio tienen el mismo destino:
15 los dos mueren. Así que me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!».
16 Pues tanto el sabio como el necio van a morir. Al sabio no se le recordará más que al necio. En los días futuros, ambos serán olvidados.
17 Por lo tanto, llegué a odiar la vida, porque todo lo que se hace aquí, bajo el sol, es tan complicado. Nada tiene sentido, es como perseguir el viento.
18 La inutilidad del trabajo
Llegué a odiar todo el trabajo que hice en este mundo porque tengo que dejarles a otros lo que yo he ganado.
19 ¿Y quién sabe si mis sucesores serán sabios o necios? Sin embargo, ellos se van a apoderar de todo lo que yo he adquirido bajo el sol a través de mi destreza y esfuerzo. ¡Qué absurdo!
20 Así que, desilusionado, me di por vencido y cuestioné el valor de todo mi duro trabajo en este mundo.
21 Algunas personas trabajan con sabiduría, conocimiento y destreza, pero luego tienen que dejarle el fruto de su labor a alguien que no ha trabajado para conseguirlo. Eso tampoco tiene sentido, es una gran tragedia.
22 Entonces, ¿qué gana la gente con tanto esfuerzo y preocupación en esta vida?
23 Sus días de trabajo están llenos de dolor y angustia, ni siquiera de noche pueden descansar la mente. Nada tiene sentido.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Eclesiastés 2:3 Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, de cómo echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.

English Standard Version ESV

Ecclesiastes 2:3 I searched with my heart how to cheer my body with wine--my heart still guiding me with wisdom--and how to lay hold on folly, till I might see what was good for the children of man to do under heaven during the few days of their life.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Eclesiastés 2:3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que mi corazón anduviera en sabiduría, y retuviera la locura, hasta ver cuál fuera el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida

King James Version KJV

Ecclesiastes 2:3 I sought in mine heart to givea myself unto wine, yet acquainting mine heart with wisdom; and to lay hold on folly, till I might see what was that good for the sons of men, which they should do under the heaven all the days of their life.

New King James Version NKJV

Ecclesiastes 2:3 I searched in my heart how to gratify my flesh with wine, while guiding my heart with wisdom, and how to lay hold on folly, till I might see what was good for the sons of men to do under heaven all the days of their lives.

Nueva Versión Internacional NVI

Eclesiastés 2:3 Quise luego hacer la prueba de entregarme al vino —si bien mi mente estaba bajo el control de la sabiduría—, y de aferrarme a la necedad, hasta ver qué de bueno le encuentra el hombre a lo que hace bajo el cielo durante los contados días de su vida.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Eclesiastés 2:3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Eclesiastés 2:3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que mi corazón anduviese en sabiduría, y retuviese la locura, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.

Herramientas de Estudio para Eclesiastés 2:3-23