8
Escribe con claridad todas estas instrucciones sobre las piedras cubiertas de yeso».
9
Luego Moisés y los sacerdotes levitas se dirigieron al pueblo con las siguientes palabras: «¡Escucha en silencio, oh Israel! Hoy te has convertido en el pueblo del Señor
tu Dios.
10
Por lo tanto, obedece al Señor
tu Dios cumpliendo todos los mandatos y los decretos que te entrego hoy».
11
Maldiciones desde el monte Ebal
Ese mismo día, Moisés también le dio al pueblo la siguiente orden:
12
«Cuando cruces el río Jordán, las tribus de Simeón, de Leví, de Judá, de Isacar, de José y de Benjamín subirán al monte Gerizim para proclamar una bendición sobre el pueblo.
13
Y las tribus de Rubén, de Gad, de Aser, de Zabulón, de Dan y de Neftalí subirán al monte Ebal y proclamarán una maldición.
14
»Entonces los levitas dirán con voz potente a todo el pueblo de Israel:
15
“Maldito todo el que talle o funda un ídolo y lo erija en secreto. Esos ídolos, productos de artesanos, son detestables al Señor
”.
Y todo el pueblo responderá: “¡Amén!”.
16
“Maldito todo el que deshonre a su padre o a su madre”.
Y todo el pueblo responderá: “¡Amén!”.
17
“Maldito todo el que robe terreno a su vecino cambiando de lugar los límites de su propiedad”.
Y todo el pueblo responderá: “¡Amén!”.
18
“Maldito todo el que desvíe a un ciego de su camino”.
Y todo el pueblo responderá: “¡Amén!”.