9
Entonces el SEÑOR me dijo: "No molestes a Moab, ni los provoques a la guerra, porque no te daré nada de su tierra por posesión, pues he dado Ar a los hijos de Lot por posesión.
10
(Antes habitaron allí los emitas, un pueblo tan grande, numeroso y alto como los anaceos.
11
Como los anaceos, ellos también son considerados gigantes, pero los moabitas los llaman emitas.
12
Los horeos habitaron antes en Seir, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de ellos, y se establecieron en su lugar, tal como Israel hizo con la tierra que el SEÑOR les dio en posesión.)
13
"Levantaos ahora, y cruzad el torrente de Zered." Y cruzamos el torrente de Zered.
14
Y el tiempo que nos llevó para venir de Cades-barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el SEÑOR les había jurado.
15
Además, la mano del SEÑOR fue contra ellos, para destruirlos de en medio del campamento, hasta que todos perecieron.
16
Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra habían ya perecido de entre el pueblo,
17
el SEÑOR me habló, diciendo:
18
"Tú cruzarás hoy por Ar la frontera de Moab.
19
"Y cuando llegues frente a los hijos de Amón, no los molestes ni los provoques, porque no te daré nada de la tierra de los hijos de Amón en posesión, pues se la he dado a los hijos de Lot por heredad."
20
(Es también conocida como la tierra de los gigantes, porque antiguamente habitaban en ella gigantes, a los que los amonitas llaman zomzomeos,