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»Pues si ustedes se vuelven al Señor
, sus parientes y sus hijos serán tratados con compasión por sus captores, y podrán regresar a esta tierra. El Señor
su Dios es bondadoso y misericordioso. Si ustedes se vuelven a él, él no seguirá apartando su rostro de ustedes».
10
Celebración de la Pascua
Los mensajeros corrieron de ciudad en ciudad por todo Efraín y Manasés y hasta el territorio de Zabulón; pero la mayoría de la gente simplemente se reía de los mensajeros y se burlaba de ellos.
11
Sin embargo, algunos habitantes de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron y fueron a Jerusalén.
12
Al mismo tiempo, la mano de Dios estaba sobre la gente en la tierra de Judá, y les dio un solo corazón para obedecer las órdenes del rey y de sus funcionarios, quienes seguían la palabra del Señor
.
13
Así que, una gran multitud se reunió en Jerusalén a mediados de la primavera
para celebrar el Festival de los Panes sin Levadura.
14
Pusieron manos a la obra y quitaron todos los altares paganos de Jerusalén. Sacaron todos los altares del incienso y los arrojaron al valle de Cedrón.
15
El día catorce del segundo mes, un mes más tarde de lo habitual,
el pueblo sacrificó el cordero de la Pascua. Eso avergonzó a los sacerdotes y a los levitas, de modo que se purificaron y llevaron ofrendas quemadas al templo del Señor
.
16
Después ocuparon sus lugares en el templo, tal como estaba establecido en la ley de Moisés, hombre de Dios. Los levitas llevaron la sangre de los sacrificios a los sacerdotes, quienes la rociaron sobre el altar.
17
Como muchos del pueblo no se habían purificado, a fin de separarlos para el Señor
, los levitas tuvieron que matar por ellos el cordero de la Pascua.
18
La mayoría de los que habían venido de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón no se habían purificado. Sin embargo, se les permitió comer la cena de Pascua aunque estuviera en contra de las exigencias de la ley, porque Ezequías oró por ellos diciendo: «Que el Señor
, quien es bueno, perdone a los
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que han decidido seguir al Señor
, Dios de sus antepasados, aunque no estén debidamente purificados para la ceremonia»;
20
y el Señor
escuchó la oración de Ezequías y sanó a la gente.
21
Entonces los israelitas que estaban presentes en Jerusalén celebraron con gran alegría el Festival de los Panes sin Levadura durante siete días. Cada día los levitas y los sacerdotes cantaban al Señor
, al son de instrumentos resonantes.
22
Ezequías les dio ánimo a todos los levitas en cuanto a la habilidad que demostraban mientras servían al Señor
. La celebración continuó durante siete días y se sacrificaron ofrendas de paz, y la gente le dio gracias al Señor
, Dios de sus antepasados.
23
Toda la asamblea decidió continuar el festival otros siete días, de modo que celebraron con gran alegría una semana más.
24
El rey Ezequías le dio al pueblo mil toros y siete mil ovejas y cabras para las ofrendas, y los funcionarios donaron mil toros y diez mil ovejas y cabras. Mientras tanto, muchos otros sacerdotes se purificaron.
25
Toda la asamblea de Judá se alegró, incluidos los sacerdotes, los levitas, todos los que habían venido del territorio de Israel, los extranjeros que vinieron al festival y todos los que vivían en Judá.
26
Hubo gran alegría en la ciudad, porque en Jerusalén no se había presenciado una celebración como esta desde los días de Salomón, hijo del rey David.
27
Luego los sacerdotes y los levitas se pusieron de pie y bendijeron al pueblo, y Dios escuchó su oración desde su santa morada en el cielo.