23
Elí les dijo: «He oído lo que la gente dice acerca de las cosas perversas que ustedes hacen. ¿Por qué siguen pecando?
24
¡Basta, hijos míos! Los comentarios que escucho del pueblo del Señor
no son buenos.
25
Si alguien peca contra otra persona, Dios puede
mediar por el culpable. Pero si alguien peca contra el Señor
, ¿quién podrá interceder?». Sin embargo, los hijos de Elí no hicieron caso a su padre, porque el Señor
ya había decidido quitarles la vida.
26
Mientras tanto, el niño Samuel crecía en estatura física y en el favor del Señor
y en el de toda la gente.
27
Advertencia para la familia de Elí
Cierto día un hombre de Dios vino a Elí y le dio el siguiente mensaje del Señor
: «Cuando el pueblo de Israel era esclavo en Egipto, yo me revelé
a tus antepasados.
28
Elegí a tu antepasado
Aarón de entre todas las tribus de Israel para que fuera mi sacerdote, ofreciera sacrificios sobre mi altar, quemara incienso y vistiera el chaleco sacerdotal,
cuando me servía. Y les asigné las ofrendas de los sacrificios a ustedes, los sacerdotes.
29
Entonces, ¿por qué menosprecian mis sacrificios y ofrendas? ¿Por qué les das más honor a tus hijos que a mí? ¡Pues tú y ellos han engordado con lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel!
30
»Por lo tanto, el Señor
, Dios de Israel, dice: prometí que los de tu rama de la tribu de Leví
me servirían siempre como sacerdotes. Sin embargo, honraré a los que me honran y despreciaré a los que me menosprecian.
31
Llegará el tiempo cuando pondré fin a tu familia para que ya no me sirva en el sacerdocio. Todos los miembros de tu familia morirán antes de tiempo; ninguno llegará a viejo.
32
Con envidia mirarás cuando derrame prosperidad sobre el pueblo de Israel, pero ningún miembro de tu familia jamás cumplirá sus días.
33
Los que sobrevivan llevarán una vida de tristeza y dolor, y sus hijos morirán de muerte violenta.