9
Las señales de Samuel se cumplen
Mientras Saúl se daba vuelta para irse, Dios le dio un nuevo corazón, y todas las señales de Samuel se cumplieron en ese día.
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Cuando Saúl y su siervo llegaron a Guibeá, vieron a un grupo de profetas que se les acercaba. Entonces el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Saúl, y él también comenzó a profetizar.
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Cuando los que conocían a Saúl se enteraron de lo sucedido, exclamaron: «¿Qué? ¿Hasta Saúl es profeta? ¿Cómo se convirtió el hijo de Cis en profeta?».
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Además, uno de los que estaban allí dijo: «¿Cualquiera puede convertirse en profeta, sin importar quien sea su padre?»
. Este es el origen del dicho: «¿Hasta Saúl es profeta?».
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Cuando Saúl terminó de profetizar, subió al lugar de adoración.
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—¿Dónde han estado? —les preguntó el tío de Saúl a él y a su siervo.
—Estábamos buscando a los burros —le respondió Saúl—, pero no pudimos encontrarlos. Así que acudimos a Samuel para preguntarle dónde estaban.
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—¡Ah! ¿Y qué dijo? —le preguntó su tío.
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—Nos dijo que ya habían encontrado los burros —contestó Saúl.
Pero Saúl no le contó a su tío lo que Samuel había dicho acerca del reino.
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Saúl es proclamado rey
Después Samuel convocó a todo el pueblo de Israel para que se reuniera delante del Señor
en Mizpa,
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y dijo: «Esto es lo que el Señor
, Dios de Israel, ha declarado: “Los saqué de Egipto; los rescaté de los egipcios y de todas las naciones que los oprimían.
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Pero aunque los rescaté de su miseria y aflicción, hoy han rechazado a su Dios y han dicho: ‘¡No, en lugar de Dios queremos un rey!’. Por lo tanto, preséntense ahora delante del Señor
por tribus y clanes”».