19
Construyó ciudades como centros de almacenamiento así como ciudades para sus carros de guerra y sus caballos.
Construyó todo lo que quiso en Jerusalén, en el Líbano y por todo su reino.
20
En esa tierra todavía había habitantes que no eran israelitas, entre los cuales se encontraban amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos.
21
Todos ellos eran descendientes de las naciones que el pueblo de Israel no había destruido por completo.
Entonces Salomón les impuso trabajo forzado y los hizo parte de sus trabajadores, y en esa condición trabajan hasta el día de hoy;
22
pero Salomón no obligó a ningún israelita para el trabajo forzado, sino que los puso a su servicio como soldados, funcionarios de gobierno, oficiales y capitanes en su ejército, y comandantes y conductores de sus carros de guerra.
23
Salomón designó a quinientos cincuenta de ellos para que supervisaran a los trabajadores de sus diversos proyectos.
24
Salomón trasladó a su esposa, la hija del faraón, de la Ciudad de David al palacio nuevo que le había edificado; luego construyó los terraplenes.
25
Tres veces al año Salomón presentaba ofrendas quemadas y ofrendas de paz sobre el altar que había construido para el Señor
. También quemaba incienso al Señor
. Finalmente terminó el trabajo de construir el templo.
26
El rey Salomón también construyó una flota de barcos en Ezión-geber, un puerto cerca de Elat
en la tierra de Edom, a la orilla del mar Rojo.
27
Hiram envió tripulaciones de marineros expertos para navegar los barcos junto con los hombres de Salomón.
28
Navegaron hasta Ofir y regresaron con unos catorce mil kilos
de oro, que entregaron a Salomón.