1 Samuel 26:12
David mismo tomó la lanza y el jarro de agua que estaban a la cabecera de Saúl, y los dos se marcharon. Nadie los vio, ni se dio cuenta, pues todos estaban dormidos. No se despertaron, pues el SEÑOR los había hecho caer en un sueño profundo.
La Biblia de las Américas (Español) BLA
1 Samuel 26:12
Tomó, pues, David la lanza y la vasija de agua de junto a la cabecera de Saúl, y se fueron; pero nadie lo vio ni lo supo, tampoco nadie se despertó, pues todos estaban dormidos, ya que un sueño profundo de parte del SEÑOR había caído sobre ellos.
English Standard Version ESV
1 Samuel 26:12
So David took the spear and the jar of water from Saul's head, and they went away. No man saw it or knew it, nor did any awake, for they were all asleep, because a deep sleep from the LORD had fallen upon them.
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
1 Samuel 26:12
Se llevó, pues, David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; que no hubo nadie que viera, ni supiera, ni velara, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado del SEÑOR había caído sobre ellos
1 Samuel 26:12
So David took the spear and the jug of water by Saul's head, and they got away; and no man saw it or knew it or awoke. For they were all asleep, because a deep sleep from the Lord had fallen on them.
Nueva Traducción Viviente NTV
1 Samuel 26:12
Entonces David mismo tomó la lanza y la jarra de agua que estaban cerca de la cabeza de Saúl. Luego él y Abisai escaparon sin que nadie los viera ni despertara, porque el Señor hizo que los hombres de Saúl cayeran en un sueño profundo.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
1 Samuel 26:12
Llevóse pues David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y fuéronse; que no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían: porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
1 Samuel 26:12
Se llevó, pues, David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; que no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado del SEÑOR había caído sobre ellos.