2
Me inclino ante tu santo templo mientras adoro;
alabo tu nombre por tu amor inagotable y tu fidelidad,
porque tus promesas están respaldadas
por todo el honor de tu nombre.
3
En cuanto oro, tú me respondes;
me alientas al darme fuerza.
4
Todos los reyes del mundo te darán gracias, Señor
,
porque cada uno de ellos escuchará tus palabras.
5
Así es, cantarán acerca de los caminos del Señor
,
porque la gloria del Señor
es muy grande.
6
Aunque el Señor
es grande, se ocupa de los humildes,
pero se mantiene distante de los orgullosos.
7
Aunque estoy rodeado de dificultades,
tú me protegerás del enojo de mis enemigos.
Extiendes tu mano,
y el poder de tu mano derecha me salva.
8
El Señor
llevará a cabo los planes que tiene para mi vida,
pues tu fiel amor, oh Señor
, permanece para siempre.
No me abandones, porque tú me creaste.