9
Pero a la división coatita no le entregó carretas ni bueyes, porque se les requería que hicieran el traslado de los objetos sagrados del tabernáculo sobre sus hombros.
10
Los jefes también presentaron las ofrendas de dedicación para el altar cuando lo ungieron. Cada uno puso sus ofrendas ante el altar.
11
El Señor
le dijo a Moisés: «Que cada día un jefe lleve su ofrenda para la dedicación del altar».
12
En el primer día presentó su ofrenda Naasón, hijo de Aminadab, jefe de la tribu de Judá.
13
Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos
(calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
14
También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos,
lleno de incienso.
15
Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
16
y un chivo como ofrenda por el pecado.
17
Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Naasón, hijo de Aminadab.
18
En el segundo día presentó su ofrenda Natanael, hijo de Zuar, jefe de la tribu de Isacar.
19
Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.