9 Pero el olivo se negó diciendo:
“¿Dejaría yo de producir el aceite de oliva
que bendice a Dios y a la gente,
solo para mecerme por encima de los árboles?”.
10 »Entonces le dijeron a la higuera:
“¡Reina sobre nosotros!”.
11 Pero la higuera también se negó diciendo:
“¿Dejaría yo de producir mi dulce fruto,
solo para mecerme por encima de los árboles?”.
12 »Entonces le dijeron a la vid:
“¡Reina sobre nosotros!”.
13 Pero la vid también se negó diciendo:
“¿Dejaría yo de producir el vino
que alegra a Dios y a la gente,
solo para mecerme por encima de los árboles?”.
14 »Finalmente todos los árboles le dijeron al espino:
“¡Reina sobre nosotros!”.
15 Y el espino les respondió a los árboles:
“Si realmente quieren que yo sea su rey,
vengan a refugiarse bajo mi sombra.
Si no, que salga fuego de mí
y consuma los cedros del Líbano”».
16 Jotam continuó: «Ahora asegúrense de haber actuado honorablemente y de buena fe al elegir como rey a Abimelec, y de haberse portado bien con Gedeón y todos sus descendientes. ¿Lo trataron con la honra que se merece por todo lo que realizó?
17 Pues él luchó por ustedes y arriesgó su vida cuando los rescató de los madianitas.
18 Pero hoy ustedes se rebelaron contra mi padre y sus descendientes al matar a sus setenta hijos sobre una misma piedra. Y escogieron a Abimelec, hijo de su esclava, para que sea rey de ustedes, solo porque es su pariente.
19 »Si hoy han actuado honorablemente y de buena fe hacia Gedeón y sus descendientes, entonces que tengan alegría con Abimelec y que él tenga alegría con ustedes.
20 Pero si no han actuado de buena fe, ¡que salga fuego de Abimelec y consuma a los ciudadanos prominentes de Siquem y de Bet-milo, y que salga fuego de los ciudadanos de Siquem y de Bet-milo y consuma a Abimelec!».
21 Entonces Jotam huyó y se fue a vivir a Beer, porque le tenía miedo a su hermano Abimelec.
22 Siquem se rebela contra Abimelec
Tres años después de que Abimelec comenzó a gobernar a Israel,
23 Dios envió un espíritu que generó conflictos entre Abimelec y los ciudadanos prominentes de Siquem, quienes finalmente se rebelaron.
24 Dios estaba castigando a Abimelec por haber asesinado a los setenta hijos de Gedeón, y a los ciudadanos de Siquem por apoyarlo en esa traición de asesinar a sus hermanos.
25 Los ciudadanos de Siquem le tendieron una emboscada a Abimelec en las cumbres de las colinas y robaban a todo el que pasara por allí. Pero alguien alertó a Abimelec acerca de la conspiración.
26 Un día Gaal, hijo de Ebed, se mudó a Siquem con sus hermanos y se ganó la confianza de los ciudadanos prominentes de Siquem.
27 Durante el festival anual de la cosecha en Siquem, celebrado en el templo del dios local, hubo vino en abundancia, y todos comenzaron a maldecir a Abimelec.
28 «¿Quién es ese Abimelec? —gritó Gaal—. No es un hijo legítimo de Siquem.
Entonces, ¿por qué debemos ser sus siervos? Él no es más que un hijo de Gedeón, y ese Zebul solo es su ayudante. Sirvan a los verdaderos hijos de Hamor, el fundador de Siquem. ¿Por qué tenemos que servir a Abimelec?
29 Si yo fuera el encargado aquí, me desharía de Abimelec. Le diría:
“¡Búscate unos soldados y sal a pelear!”».
30 Pero cuando Zebul, el jefe de la ciudad, oyó lo que Gaal decía, se puso furioso.
31 Le envió mensajeros a Abimelec, quien estaba en Aruma,
para decirle: «Gaal, hijo de Ebed, y sus hermanos se han mudado a Siquem, y ahora están incitando a la ciudad a rebelarse contra ti.
32 Ven con un ejército esta noche y escóndete en los campos.
33 Por la mañana, a la salida del sol, ataca la ciudad. Cuando Gaal y los que lo acompañan salgan contra ti, podrás hacer con ellos lo que quieras».
34 Entonces Abimelec y todos sus hombres fueron de noche, se dividieron en cuatro grupos y se posicionaron alrededor de Siquem.
35 Gaal estaba parado junto a las puertas de la ciudad cuando Abimelec y su ejército salieron de su escondite.
36 Al verlos, Gaal le dijo a Zebul:
—¡Mira, hay gente bajando de las cumbres!
—Parecen hombres pero son nada más sombras reflejadas en las colinas —contestó Zebul.
37 Pero Gaal insistió:
—¡No! Hay gente bajando de las colinas.
Y otro grupo viene por el camino que pasa por el Roble de los Adivinos.
38 Entonces Zebul se volvió contra él y preguntó:
—¿Y qué pasó con esa boca grande tuya que presume tanto? Acaso no fuiste tú el que dijo: “¿Quién es ese Abimelec y por qué debemos ser sus siervos?”. ¡Te burlaste de esos hombres, y ahora están en las afueras de la ciudad! ¡Sal a pelear contra ellos!
39 Entonces Gaal marchó al frente de los ciudadanos prominentes de Siquem a la batalla contra Abimelec.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Jueces 9:9 Mas el olivo les respondió: "¿He de dejar mi aceite con el cual se honra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?"

English Standard Version ESV

Judges 9:9 But the olive tree said to them, 'Shall I leave my abundance, by which gods and men are honored, and go hold sway over the trees?'

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jueces 9:9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi grosura, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir a ser grande sobre los árboles

King James Version KJV

Judges 9:9 But the olive tree said unto them, Should I leave my fatness, wherewith by me they honour God and man, and goa to be promoted over the trees?

New King James Version NKJV

Judges 9:9 But the olive tree said to them, 'Should I cease giving my oil, With which they honor God and men, And go to sway over trees?'

Nueva Versión Internacional NVI

Jueces 9:9 Pero el olivo les respondió:“¿He de renunciar a dar mi aceite,con el cual se honra a los dioses y a los hombres,para ir a mecerme sobre los árboles?”

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jueces 9:9 Mas la oliva respondió: ¿Tengo de dejar mi pingüe jugo, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir á ser grande sobre los árboles?

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jueces 9:9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir a ser grande sobre los árboles?

Herramientas de Estudio para Jueces 9:9-39