1
Jeremías cuestiona la justicia de Dios
S
, tú siempre me haces justicia
cuando llevo un caso ante ti.
Así que déjame presentarte esta queja:
¿Por qué los malvados son tan prósperos?
¿Por qué son tan felices los malignos?
2
Tú los has plantado,
y ellos echaron raíces y han prosperado.
Tu nombre está en sus labios,
aunque estás lejos de su corazón.
3
En cuanto a mí, Señor
, tú conoces mi corazón;
me ves y pruebas mis pensamientos.
¡Arrastra a esta gente como se lleva a las ovejas al matadero!
¡Apártalos para la masacre!
4
¿Hasta cuándo tendrá que llorar esta tierra?
Incluso la hierba de los campos se ha marchitado.
Los animales salvajes y las aves han desaparecido
debido a la maldad que hay en la tierra.
Pues la gente ha dicho:
«¡El Señor
no ve nuestro futuro!».
5
El Señor
le contesta a Jeremías
«Si te cansa competir contra simples hombres,
¿cómo podrás correr contra caballos?
Si tropiezas y caes en campo abierto,
¿qué harás en los matorrales cerca del Jordán?
6
Aun tus hermanos, miembros de tu propia familia,
se han vuelto contra ti;
conspiran y se quejan de ti.
No confíes en ellos,
no importa lo amables que sean sus palabras.
7
»Yo he abandonado a mi pueblo, mi posesión más preciada.
He entregado a los que más amo a sus enemigos.
8
Mi pueblo elegido ha rugido contra mí como un león en la selva,
por eso lo traté con desprecio.
9
Mi pueblo elegido se comporta como buitres moteados,
pero es el pueblo mismo el que está rodeado de buitres.
¡Que salgan los animales salvajes para que despedacen sus cadáveres!