7 ¡Las promesas de Egipto no sirven para nada!
Por lo tanto, lo llamaré Rahab,
el dragón inofensivo.
8 Advertencia para la rebelde Judá
Ahora ve y escribe estas palabras;
escríbelas en un libro.
Así quedarán hasta el fin de los tiempos
como testigo
9 de que este pueblo es rebelde y terco
que se niega a hacer caso a las instrucciones del Señor
.
10 Les dicen a los videntes:
«¡Dejen de ver visiones!».
Les dicen a los profetas:
«No nos digan lo que es correcto.
Dígannos cosas agradables,
cuéntennos mentiras.
11 Olvídense de toda esta tristeza,
apártense de su senda estrecha.
Dejen de hablarnos acerca del
“Santo de Israel”».
12 Esta es la respuesta del Santo de Israel:
«Dado que ustedes desprecian lo que les digo
pero más bien confían en la opresión y en las mentiras,
13 la calamidad caerá sobre ustedes de repente,
como una pared pandeada que explota y se cae.
En un instante se desplomará
y se derrumbará.
14 Ustedes serán aplastados como una vasija de barro;
hechos añicos de una manera tan completa
que no habrá un pedazo lo suficientemente grande
para llevar los carbones de una hoguera
ni un poco de agua del pozo».
15 Esto dice el Señor
Soberano,
el Santo de Israel:
«Ustedes se salvarán solo si regresan a mí
y descansan en mí.
En la tranquilidad y en la confianza está su fortaleza;
pero no quisieron saber nada de esto.
16 “No —dijeron ustedes—, nuestra ayuda vendrá de Egipto;
ellos nos darán caballos veloces para entrar en batalla”.
Sin embargo, la única velocidad que verán
¡será la de sus enemigos dándoles caza!
17 Uno de ellos perseguirá a mil de ustedes
y cinco de ellos los harán huir a todos.
Quedarán como un asta de bandera solitaria sobre una colina
o como un estandarte hecho jirones en la cima de un monte lejano».
18 Bendiciones para el pueblo de Dios
Así que el Señor
esperará a que ustedes acudan a él
para mostrarles su amor y su compasión.
Pues el Señor
es un Dios fiel.
Benditos son los que esperan su ayuda.
19 Oh pueblo de Sión, que vives en Jerusalén,
ya no llorarás más.
Él será compasivo si le pides ayuda;
sin ninguna duda, él responderá a los clamores.
20 Aunque el Señor te dio a comer adversidad
y a beber sufrimiento,
él seguirá contigo a fin de enseñarte;
verás a tu maestro con tus propios ojos.
21 Tus oídos lo escucharán.
Detrás de ti, una voz dirá:
«Este es el camino por el que debes ir»,
ya sea a la derecha o a la izquierda.
22 Entonces destruirás todos tus ídolos de plata
y tus valiosas imágenes de oro.
Los desecharás como trapos sucios,
y les dirás: «¡Adiós y hasta nunca!».
23 Entonces el Señor
te bendecirá con lluvia durante el tiempo de la siembra. Habrá cosechas maravillosas y muchos pastizales para tus animales.
24 Los bueyes y los burros que cultivan los campos comerán buen grano, y el viento llevará la paja.
25 En aquel día, cuando tus enemigos sean masacrados y caigan las torres, descenderán corrientes de agua de cada monte y colina.
26 La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando el Señor
comience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.
27 ¡Miren! El Señor
viene desde muy lejos,
ardiendo de enojo,
rodeado de un humo espeso que sube.
Sus labios están llenos de furia;
sus palabras consumen como el fuego.
28 Su ardiente aliento fluye como una inundación
hasta el cuello de sus enemigos.
Él zarandeará a las naciones soberbias para destrucción;
les pondrá el freno en la boca y las llevará a la ruina.
29 Sin embargo, el pueblo de Dios entonará una canción de alegría,
como los cantos de los festivales sagrados.
Estarás lleno de alegría,
como cuando un flautista dirige a un grupo de peregrinos
a Jerusalén, el monte del Señor
,
a la Roca de Israel.
30 Y el Señor
hará oír su majestuosa voz
y demostrará la fuerza de su brazo poderoso.
Descenderá con llamas consumidoras,
con aguaceros, con tormentas eléctricas y enormes granizos.
31 Por orden del Señor
, los asirios serán destrozados;
los herirá de muerte con su cetro real.
32 Y cuando el Señor
los golpee con su vara de castigo,
su pueblo celebrará con arpas y panderetas.
Él levantará su brazo poderoso y peleará contra los asirios.
33 Tofet, el lugar de incineración,
hace tiempo que está preparado para el rey asirio;
la pira tiene un gran montón de leña.
La encenderá el aliento del Señor
, como fuego de volcán.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Isaías 30:7 a Egipto, cuya ayuda es vana y vacía. Por tanto lo he llamado Rahab el destruido.

English Standard Version ESV

Isaiah 30:7 Egypt's help is worthless and empty; therefore I have called her "Rahab who sits still."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 30:7 Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos

King James Version KJV

Isaiah 30:7 For the Egyptians shall help in vain, and to no purpose: therefore have I cried concerning this, Their strength is to sit still.

New King James Version NKJV

Isaiah 30:7 For the Egyptians shall help in vain and to no purpose. Therefore I have called her Rahab-Hem-Shebeth.

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 30:7 La ayuda de Egipto no sirve para nada;por eso la llamo: «Rahab, la inmóvil».

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 30:7 Ciertamente Egipto en vano é inútilmente dará ayuda; por tanto yo le dí voces, que su fortaleza sería estarse quietos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Isaías 30:7 Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos.

Herramientas de Estudio para Isaías 30:7-33