40
Afuera de la antesala, a cada lado de la escalera que subía hacia la puerta norte, había dos mesas más.
41
De modo que había en total ocho mesas —cuatro adentro y cuatro afuera— donde se cortaban y preparaban los sacrificios.
42
También había cuatro mesas de piedra labrada, que se usaban para preparar las ofrendas quemadas; cada una formaba un cuadrado de ochenta centímetros de lado y cincuenta y tres centímetros de alto.
Sobre esas mesas se colocaban los cuchillos y demás utensilios para matar a los animales del sacrificio.
43
Había ganchos de ocho centímetros
de largo, sujetados a las paredes del vestíbulo, y la carne para los sacrificios se colocaba sobre las mesas.
44
Habitaciones para los sacerdotes
Dentro del atrio interior había dos habitaciones,
una ubicada junto a la entrada norte, que daba al sur, y la otra ubicada junto a la entrada sur,
que daba al norte.
45
Entonces el hombre me dijo: «La habitación que está junto a la entrada interior del lado norte es para los sacerdotes que supervisan el mantenimiento del templo.
46
La habitación junto a la entrada interior del lado sur es para los sacerdotes encargados del altar —los descendientes de Sadoc—, pues ellos son los únicos levitas que pueden acercarse al Señor
para servirle».
47
El atrio interior y el templo
Luego el hombre midió el atrio interior y era un cuadrado de cincuenta y tres metros de ancho por cincuenta y tres metros de largo. El altar estaba ubicado en el atrio, delante del templo.
48
Después me llevó a la antesala del templo. Midió los muros a cada lado de la abertura de entrada a la antesala y tenían dos metros con setenta centímetros de espesor. La entrada misma medía siete metros con cuarenta centímetros de ancho y los muros a cada lado de la entrada tenían un metro con sesenta centímetros
más de largo.
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La antesala tenía diez metros con sesenta centímetros
de ancho y siete metros con cuarenta centímetros
de fondo. Había diez escalones que conducían a la antesala y una columna a cada lado de la entrada.