10
ahora soy enemigo tuyo y de tu río. Haré de Egipto una tierra totalmente desolada y baldía, desde Migdol hasta Asuán, y tan al sur como la frontera con Etiopía.
11
Durante cuarenta años nadie pasará por allí, ni personas ni animales. Quedará totalmente despoblada.
12
Haré de Egipto un lugar desolado, rodeado por otras naciones desoladas. Sus ciudades quedarán vacías y desoladas durante cuarenta años, rodeadas por otras ciudades en ruinas. Esparciré a los egipcios por tierras lejanas.
13
»”Esto también dice el Señor
Soberano: pasados los cuarenta años traeré a los egipcios nuevamente a su patria de entre las naciones donde fueron esparcidos.
14
Restauraré la prosperidad de Egipto y haré volver a sus habitantes a la tierra de Patros, en el sur de Egipto, de donde provenían. Sin embargo, Egipto seguirá siendo un reino menor y sin importancia.
15
Será la más insignificante de todas las naciones y nunca volverá a destacarse por encima de las naciones vecinas.
16
»Entonces Israel ya no tendrá la tentación de confiar en la ayuda de Egipto. Egipto quedará tan devastado que servirá para recordarle a Israel la magnitud del pecado que cometió al haber confiado en Egipto en tiempos pasados. Entonces Israel sabrá que yo soy el Señor
Soberano».
17
Nabucodonosor conquistará Egipto
El 26 de abril, el primer día del año nuevo,
durante el año veintisiete de cautividad del rey Joaquín, recibí este mensaje del Señor
:
18
«Hijo de hombre, el ejército del rey Nabucodonosor
de Babilonia combatió tan ferozmente contra Tiro que los guerreros quedaron con la cabeza calva y los hombros llagados y ampollados; pero ni Nabucodonosor ni su ejército recibieron botín en recompensa por todo su esfuerzo.
19
Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano: le entregaré el territorio de Egipto a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Se llevará la riqueza de Egipto saqueando todo lo que haya para poder pagarle a su ejército.
20
Así es, le he entregado la tierra de Egipto como recompensa por su esfuerzo, dice el Señor
Soberano, porque trabajaba para mí cuando destruyó a Tiro.
21
»Llegará el día cuando haré revivir la antigua gloria de Israel,
y por fin, Ezequiel, respetarán tus palabras. Entonces sabrán que yo soy el Señor
».