1 Reyes 3:26
Entonces la verdadera madre del niño, la que lo amaba mucho, gritó: «¡Oh no, mi señor! ¡Denle el niño a ella, pero, por favor, no lo maten!». En cambio, la otra mujer dijo: «Me parece bien, así no será ni tuyo ni mío; ¡divídanlo entre las dos!».
La Biblia de las Américas (Español) BLA
1 Reyes 3:26
Entonces la mujer de quien era el niño vivo habló al rey, pues estaba profundamente conmovida por su hijo, y dijo: Oh, mi señor, dale a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo mates. Pero la otra decía: No será ni mío ni tuyo; partidlo.
English Standard Version ESV
1 Kings 3:26
Then the woman whose son was alive said to the king, because her heart yearned for her son, "Oh, my lord, give her the living child, and by no means put him to death." But the other said, "He shall be neither mine nor yours; divide him."
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
1 Reyes 3:26
Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ruego, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; sino partidlo
1 Kings 3:26
Then the woman whose son was living spoke to the king, for she yearned with compassion for her son; and she said, "O my lord, give her the living child, and by no means kill him!" But the other said, "Let him be neither mine nor yours, but divide him."
Nueva Versión Internacional NVI
1 Reyes 3:26
La verdadera madre, angustiada por su hijo, le dijo al rey:—¡Por favor, Su Majestad! ¡Déle usted a ella el niño que está vivo, pero no lo mate!En cambio, la otra exclamó:—¡Ni para mí ni para ti! ¡Que lo partan!
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
1 Reyes 3:26
Entonces la mujer cuyo era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad á ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni á mí ni á ti; partidlo.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
1 Reyes 3:26
Entonces la mujer cuyo era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ruego, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; sino partidlo.