9 Así dice el SEÑOR: "No os engañéis, diciendo: 'Ciertamente los caldeos se apartarán de nosotros', porque no se apartarán.
10 "Pues aunque hubierais derrotado a todo el ejército de los caldeos que peleaba contra vosotros, y sólo quedaran heridos entre ellos, se levantarían cada uno en su tienda, y prenderían fuego a esta ciudad."
11 Y sucedió que cuando el ejército de los caldeos levantó el sitio de Jerusalén por causa del ejército de Faraón,
12 Jeremías salió de Jerusalén para ir a la tierra de Benjamín a tomar allí posesión de una propiedad en el pueblo.
13 Estando él a la puerta de Benjamín, había allí un capitán de la guardia que se llamaba Irías, hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú vas a pasarte a los caldeos.
14 Pero Jeremías dijo: ¡No es verdad! No voy a pasarme a los caldeos. Sin embargo él no le hizo caso. Apresó, pues, Irías a Jeremías y lo llevó a los oficiales.
15 Y los oficiales se enojaron contra Jeremías y lo azotaron, y lo encarcelaron en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en prisión.
16 Entró, pues, Jeremías en el calabozo, es decir, en la celda abovedada; allí permaneció Jeremías muchos días.
17 Y el rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y le dijo: ¿Hay palabra del SEÑOR? Y Jeremías respondió: La hay. Y añadió: En manos del rey de Babilonia serás entregado.
18 Dijo también Jeremías al rey Sedequías: ¿En qué he pecado contra ti, o contra tus siervos, o contra este pueblo para que me hayas puesto en prisión?
19 ¿Dónde, pues, están vuestros profetas que os profetizaban, diciendo: "El rey de Babilonia no vendrá contra vosotros, ni contra esta tierra"?
20 Mas ahora, te ruego que escuches, oh rey mi señor; venga ahora mi súplica delante de ti, y no me hagas volver a la casa del escriba Jonatán, no sea que muera yo allí.
21 Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y le dieran una torta de pan al día de la calle de los panaderos, hasta que se acabara todo el pan en la ciudad. Y permaneció Jeremías en el patio de la guardia.

English Standard Version ESV

Jeremiah 37:9 Thus says the LORD, Do not deceive yourselves, saying, "The Chaldeans will surely go away from us," for they will not go away.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jeremías 37:9 Así dijo el SEÑOR: No engañéis vuestras almas, diciendo: Sin duda los caldeos se han ido de nosotros; porque no se irán

King James Version KJV

Jeremiah 37:9 Thus saith the LORD; Deceive not yourselves, saying, The Chaldeans shall surely depart from us: for they shall not depart.

New King James Version NKJV

Jeremiah 37:9 Thus says the Lord: 'Do not deceive yourselves, saying, "The Chaldeans will surely depart from us," for they will not depart.

Nueva Traducción Viviente NTV

Jeremías 37:9 »Esto dice el Señor
: “No se engañen a sí mismos creyendo que los babilonios se marcharon para siempre. ¡No es así!

Nueva Versión Internacional NVI

Jeremías 37:9 »Así dice el SEÑOR: “No se hagan ilusiones creyendo que los babilonios se van a retirar. ¡Se equivocan! No se van a retirar.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jeremías 37:9 Así ha dicho Jehová: No engañéis vuestras almas, diciendo: Sin duda los Caldeos se han ido de nosotros: porque no se irán.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jeremías 37:9 Así dijo el SEÑOR: No engañéis vuestras almas, diciendo: Sin duda los caldeos se han ido de nosotros; porque no se irán.

Herramientas de Estudio para Jeremías 37:9-21