Eclesiastés 3:19
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Eclesiastés 3:19
Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento de vida; el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.
English Standard Version ESV
Ecclesiastes 3:19
For what happens to the children of man and what happens to the beasts is the same; as one dies, so dies the other. They all have the same breath, and man has no advantage over the beasts, for all is vanity.
Ecclesiastes 3:19
For what happens to the sons of men also happens to animals; one thing befalls them: as one dies, so dies the other. Surely, they all have one breath; man has no advantage over animals, for all is vanity.
Nueva Traducción Viviente NTV
Eclesiastés 3:19
Pues tanto las personas como los animales tienen el mismo destino: ambos respiran y ambos mueren. Así que las personas no tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo!
Nueva Versión Internacional NVI
Eclesiastés 3:19
Los hombres terminan igual que los animales; el destino de ambos es el mismo, pues unos y otros mueren por igual, y el aliento de vida es el mismo para todos, así que el hombre no es superior a los animales. Realmente, todo es absurdo,
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
Eclesiastés 3:19
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia: porque todo es vanidad.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
Eclesiastés 3:19
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.