13
Y sucederá aquel día que habrá entre ellos un gran pánico del SEÑOR; y cada uno agarrará la mano de su prójimo, y levantará su mano contra la mano de su prójimo.
14
También Judá peleará en Jerusalén; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia.
15
Como aquella plaga así será la plaga del caballo, del mulo, del camello, del asno y de todos los animales que haya en aquellos campamentos.
16
Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
17
Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos.
18
Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no habrá lluvia; será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
19
Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
20
En aquel día estará grabado en los cascabeles de los caballos: SANTIDAD AL SEÑOR. Y serán las ollas en la casa del SEÑOR como los tazones delante del altar.
21
Y toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al SEÑOR de los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader en la casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel día.