23 Y vuelto particularmente a sus discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis;
24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
25 Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
26 Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿Cómo lees?
27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
29 Mas él, queriéndose justificar a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó entre ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
31 Y aconteció, que descendió un sacerdote por el mismo camino, y viéndole, pasó de lado.
32 Y asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de lado.
33 Y un samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
34 y llegándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, le llevó a un mesón, y lo curó.
35 Y otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al huésped, y le dijo: Cúralo; y todo lo que gastares de más, cuando yo vuelva te lo pagaré.
36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó entre ladrones?
37 Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
38 Y aconteció que yendo, entró él en una aldea; y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa.
39 Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
40 Pero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude.
41 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada;
42 pero sólo una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 10:23 Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis;

English Standard Version ESV

Luke 10:23 Then turning to the disciples he said privately, "Blessed are the eyes that see what you see!

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 10:23 Y vuelto particularmente a sus discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis

King James Version KJV

Luke 10:23 And he turned him unto his disciples, and said privately*,Blessed are the eyes which see the things that ye see:

New King James Version NKJV

Luke 10:23 Then He turned to His disciples and said privately, "Blessed are the eyes which see the things you see;

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 10:23 Después, cuando estuvieron a solas, se volvió a sus discípulos y les dijo:

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 10:23 Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 10:23 Y vuelto particularmente á los discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis:

Herramientas de Estudio para Lucas 10:23-42