10
Le dice Jesús: El que está lavado, no necesita sino que se lave los pies, porque está todo limpio; y vosotros limpios sois, aunque no todos.
11
Porque sabía quién era el que lo entregaba; por eso dijo: No sois limpios todos.
12
Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose a sentar a la mesa, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
13
Vosotros me llamáis, Maestro y Señor; y decís bien; porque lo soy.
14
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos de los otros.
15
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
16
De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su Señor, ni el apóstol es mayor que el que le envió.
17
Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis.
18
No hablo de todos vosotros; yo sé los que he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
19
Desde ahora os lo digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis que YO SOY.
20
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, a mí recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.