Jeremías 3:25
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios.
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Jeremías 3:25
Acostémonos en nuestra verguenza, y que nos cubra nuestra humillación; porque hemos pecado contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoy, y no hemos obedecido la voz del SEÑOR nuestro Dios.
English Standard Version ESV
Jeremiah 3:25
Let us lie down in our shame, and let our dishonor cover us. For we have sinned against the LORD our God, we and our fathers, from our youth even to this day, and we have not obeyed the voice of the LORD our God."
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
Jeremías 3:25
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios
Jeremiah 3:25
We lie down in our shame, And our reproach covers us. For we have sinned against the Lord our God, We and our fathers, From our youth even to this day, And have not obeyed the voice of the Lord our God."
Nueva Traducción Viviente NTV
Jeremías 3:25
Echémonos al suelo llenos de vergüenza y cubiertos de deshonra, porque tanto nosotros como nuestros antepasados hemos pecado contra el Señor nuestro Dios. Desde la niñez hasta el día de hoy nunca lo hemos obedecido».
Nueva Versión Internacional NVI
Jeremías 3:25
¡Acostémonos en nuestra vergüenza,y que nos cubra nuestra desgracia!¡Nosotros y nuestros antepasadoshemos pecado contra el SEÑOR nuestro Dios!Desde nuestra juventud y hasta el día de hoy,no hemos obedecido al SEÑOR nuestro Dios».
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
Jeremías 3:25
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre: porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios.