9
Y sus arroyos se tornarán en brea; y su polvo en azufre; y su tierra en brea ardiente.
10
No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.
11
Y la poseerán el pelícano y el mochuelo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de confusión, y niveles de desolación.
12
Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y todos sus grandes serán nada.
13
En sus alcázares crecerán espinas, y ortigas; y cardos, en sus fortalezas; y serán morada de dragones, patio para los pollos de los avestruces.
14
Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el sátiro gritará a su compañero; la lamía también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo.
15
Allí anidará el cuclillo, conservará sus huevos , y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas. También se ayuntarán allí buitres, cada uno con su compañera.
16
Preguntad de lo que está escrito en el libro del SEÑOR, y leed, si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó y su mismo Espíritu los ayuntó.
17
Y él les echó las suertes, y su mano les repartió con cordel; por tanto para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.