11
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos.
12
Vestíos pues, (como escogidos de Dios, santos y amados) de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
13
soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros, si alguno tuviere queja del otro, de la manera que el Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
14
Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección.
15
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, en la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
16
La palabra del Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.
17
Y todo lo que hagáis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por él.
18
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.
19
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.
20
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.
21
Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo.