5
no levantéis en alto vuestra frente; no habléis con orgullo insolente.
6
Porque ni del oriente ni del occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento;
7
sino que Dios es el juez; a uno humilla y a otro ensalza.
8
Porque hay un cáliz en la mano del SEÑOR, y el vino fermenta, lleno de mixtura, y de éste El sirve; ciertamente lo sorberán hasta las heces y lo beberán todos los impíos de la tierra.
9
Pero yo lo anunciaré para siempre; cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10
Quebraré todos los cuernos de los impíos, pero el poderío del justo será ensalzado.