8
Domine él de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.
9
Dobléguense ante él los moradores del desierto, y sus enemigos laman el polvo.
10
Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo;
11
y póstrense ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las naciones.
12
Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le auxilie.
13
Tendrá compasión del pobre y del necesitado, y la vida de los necesitados salvará.
14
Rescatará su vida de la opresión y de la violencia, y su sangre será preciosa ante sus ojos.
15
Que viva, pues, y se le dé del oro de Sabá, y que se ore por él continuamente; que todo el día se le bendiga.
16
Haya abundancia de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto se mecerá como los cedros del Líbano; y los de la ciudad florezcan como la hierba de la tierra.
17
Sea su nombre para siempre; que su nombre se engrandezca mientras dure el sol, y sean benditos por él los hombres; llámenlo bienaventurado todas las naciones.
18
Bendito sea el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas.