1
En Dios solamente espera en silencio mi alma; de El viene mi salvación.
2
Sólo El es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido.
3
¿Hasta cuándo atacaréis a un hombre, vosotros todos, para derribarlo, como pared inclinada, como cerca que se tambalea?
4
Solamente consultan para derribarlo de su eminencia; en la falsedad se deleitan; bendicen con la boca, pero por dentro maldicen. (Selah)
5
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de El viene mi esperanza.
6
Sólo El es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido.
7
En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios.
8
Confiad en El en todo tiempo, oh pueblo; derramad vuestro corazón delante de El; Dios es nuestro refugio. (Selah)
9
Los hombres de baja condición sólo son vanidad, y los de alto rango son mentira; en la balanza suben, todos juntos pesan menos que un soplo.
10
No confiéis en la opresión, ni en el robo pongáis vuestra esperanza; si las riquezas aumentan, no pongáis el corazón en ellas.