1
Yo me alegré cuando me dijeron: Vamos a la casa del SEÑOR.
2
Plantados están nuestros pies dentro de tus puertas, oh Jerusalén.
3
Jerusalén, que está edificada como ciudad compacta, bien unida,
4
a la cual suben las tribus, las tribus del SEÑOR, (lo cual es ordenanza para Israel) para alabar el nombre del SEÑOR.
5
Porque allí se establecieron tronos para juicio, los tronos de la casa de David.
6
Orad por la paz de Jerusalén: Sean prosperados los que te aman.
7
Haya paz dentro de tus muros, y prosperidad en tus palacios.
8
Por amor de mis hermanos y de mis amigos diré ahora: Sea la paz en ti.