4
Invoqué entonces el nombre del SEÑOR, diciendo: Te ruego, oh SEÑOR: salva mi vida.
5
Clemente y justo es el SEÑOR; sí, compasivo es nuestro Dios.
6
El SEÑOR guarda a los sencillos; estaba yo postrado y me salvó.
7
Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque el SEÑOR te ha colmado de bienes.
8
Pues tú has rescatado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, mis pies de tropezar.
9
Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
10
Yo creía, aun cuando decía: Estoy muy afligido.
11
Dije alarmado: Todo hombre es mentiroso.
12
¿Qué daré al SEÑOR por todos sus beneficios para conmigo?
13
Alzaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre del SEÑOR.
14
Cumpliré mis votos al SEÑOR, sí, en presencia de todo su pueblo.