12
Y he aquí, cuando la pared habrá caído, no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que encostrasteis?
13
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Y haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia inundante vendrá con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir.
14
Así desbarataré la pared que vosotros encostrasteis con lodo suelto, y echaréla á tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová.
15
Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la encostraron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni aquellos que la encostraron,
16
Los profetas de Israel que profetizan á Jerusalem, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice el Señor Jehová.
17
Y tú, hijo del hombre, pon tu rostro á las hijas de tu pueblo que profetizan de su corazón, y profetiza contra ellas,
18
Y di: Así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ay de aquellas que cosen almohadillas á todos codos de manos, y hacen veletes sobre la cabeza de toda edad para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?
19
¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando las almas que no mueren, y dando vida á las almas que no vivirán, mintiendo á mi pueblo que escucha la mentira?
20
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra vuestras almohadillas, con que cazáis ahí las almas volando; yo las arrancaré de vuestros brazos, y dejaré las almas, las almas que cazáis volando.
21
Romperé asimismo vuestro veletes, y libraré mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más en vuestra mano para caza; y sabréis que yo soy Jehová.
22
Por cuanto entristecisteis con mentira el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y esforzasteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino, infundiéndole ánimo;