12
Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz:
13
Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;
14
En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados:
15
El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.
16
Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fué criado por él y para él.
17
Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten:
18
Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia; él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado.
19
Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
20
Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.
21
A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado
22
En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él: