11
porque mejor es la sabiduría que las joyas, y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella.
12
Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y he hallado conocimiento y discreción.
13
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco.
14
Mío es el consejo y la prudencia, yo soy la inteligencia, el poder es mío.
15
Por mí reinan los reyes, y los gobernantes decretan justicia.
16
Por mí gobiernan los príncipes y los nobles, todos los que juzgan con justicia.
17
Amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me hallarán.
18
Conmigo están las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia.
19
Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro, y mi ganancia es mejor que la plata escogida.
20
Yo ando por el camino de la justicia, por en medio de las sendas del derecho,
21
para otorgar heredad a los que me aman y así llenar sus tesoros.