10
Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, vestida como ramera y astuta de corazón.
11
Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa;
12
está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.
13
Y lo agarra y lo besa, y descarada le dice:
14
Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos;
15
por eso he salido a encontrarte, buscando tu rostro con ansiedad, y te he hallado.
16
He tendido mi lecho con colchas, con linos de Egipto en colores;
17
he rociado mi cama con mirra, áloes y canela.
18
Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana, deleitémonos con caricias.
19
Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;
20
se ha llevado en la mano la bolsa del dinero, volverá a casa para la luna llena.