4
no des sueño a tus ojos ni adormecimiento a tus párpados;
5
líbrate como la gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que caza.
6
Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio.
7
La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor,
8
prepara en el verano su alimento, y recoge en la cosecha su sustento.
9
¿Hasta cuándo, perezoso, estarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10
Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar,
11
y vendrá como vagabundo tu pobreza, y tu necesidad como un hombre armado.
12
La persona indigna, el hombre inicuo, es el que anda con boca perversa,
13
el que guiña los ojos, el que hace señas con los pies, el que señala con los dedos,
14
el que con perversidad en su corazón, continuamente trama el mal, el que siembra discordia.