8
Y será que en el día del sacrificio del SEÑOR, haré visitación sobre los príncipes, y sobre los hijos del rey, y sobre todos los que visten vestido extraño
9
Y en aquel día haré visitación sobre todos los que saltan la puerta, los que llenan de robo y de engaño las casas de sus señores
10
Y habrá en aquel día, dice el SEÑOR, voz de clamor desde la puerta del pescado, y aullido desde la escuela, y gran quebrantamiento desde los collados
11
Aullad, moradores de Mactes, porque todo el pueblo mercader es destruido; talados son todos los que os traían dinero
12
Y será en aquel tiempo, que yo escudriñaré a Jerusalén con candiles, y haré visitación sobre los hombres que están sentados sobre sus heces, los cuales dicen en su corazón: El SEÑOR ni hará bien ni mal
13
Será por tanto, saqueada su hacienda, y sus casas asoladas; y edificarán casas, mas no las habitarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas
14
Cercano está el día grande del SEÑOR, cercano y muy presuroso; voz amarga del día del SEÑOR; gritará allí el valiente
15
Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento
16
Día de shofar y de alarma, sobre las ciudades fuertes, y sobre las torres altas
17
Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra el SEÑOR; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol
18
Ni su plata ni su oro los podrá librar en el día de la ira del SEÑOR; porque toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente consumación apresurada hará con todos los moradores de la tierra