22
Sus enemigos no lo vencerán
ni lo dominarán los malvados.
23
Aplastaré a sus adversarios frente a él
y destruiré a los que lo odian.
24
Mi fidelidad y mi amor inagotable lo acompañarán,
y con mi autoridad crecerá en poder.
25
Extenderé su gobierno sobre el mar,
su dominio sobre los ríos.
26
Y él clamará a mí: “Tú eres mi Padre,
mi Dios y la Roca de mi salvación”.
27
Lo convertiré en mi primer hijo varón,
el rey más poderoso de la tierra.
28
Lo amaré y le daré mi bondad para siempre;
mi pacto con él nunca tendrá fin.
29
Me aseguraré de que tenga heredero;
su trono será interminable, como los días del cielo.
30
Pero, si sus descendientes abandonan mis enseñanzas
y dejan de obedecer mis ordenanzas,
31
si desobedecen mis decretos
y dejan de cumplir mis mandatos,
32
entonces castigaré su pecado con vara
y su desobediencia con azotes.