11
Que sus poderosos nobles mueran como murieron Oreb y Zeb;
que todos sus príncipes mueran como Zeba y Zalmuna,
12
porque dijeron: «¡Vamos a apoderarnos de estos pastizales de Dios
y a usarlos para nuestro beneficio!»
13
¡Oh mi Dios, espárcelos como a arbustos que ruedan,
como a paja que se lleva el viento!
14
Así como el fuego quema un bosque
y una llama incendia las montañas,
15
persíguelos con tu tormenta feroz,
atérralos con tu tempestad.
16
Desacredítalos por completo
hasta que se sometan a tu nombre, oh Señor
.
17
Que sean avergonzados y aterrorizados para siempre;
que mueran en deshonra.
18
Entonces aprenderán que solo tú te llamas el Señor
,
que solo tú eres el Altísimo,
supremo sobre toda la tierra.